Consultorio
del Alma
“Soñadora
Frustrada”
Fuente:http://www.google.com.bo/imgres?q=chica+frustrada
Hermano Juan, soy una joven
soltera de veinte años. Nací en un hogar evangélica. Siendo muy tímida y
apocada, fui creando en mi una terrible situación, creyéndome una persona
anormal. También soy muy soñadora y mi sueño dorado era estudiar. Crecí y hace
tres años acepté a Cristo como mi Salvador. Soy miembro de una iglesia de
doctrina muy bíblica; pero allí está el problema.
Al ver mis sueños
fracasados, la injusticia humana y social que ahora tengo en mi casa, me siento
amargada, decepcionada y sin motivo en la vida. Entonces pienso: ¿Cómo es
posible que yo que digo conocer a Cristo siento eso? ¿Cómo podré hablarle al
mundo de la paz de Cristo si no la tengo?. Siento que necesito más de Dios,
conocerlo más a fondo. Le he pedido a El que me ayude pero no he obtenido
respuesta. El sabe que deseo que esa escena del Calvario sea real en mí.
Necesito una experiencia capaz de llenar mi vida y vivir por Jesucristo.
¿Qué me dice Usted? ¿No seré
convertida? ¿Seré sólo convencida?. Esto me atormenta mucho, porque si es así,
el Señor puede ayudarme o si no, ¿Por qué no lo hará?.
Noto en su carta que cuando
aceptó al Señor Jesucristo lo hizo con sinceridad, ya que muchas de las
personas que nacen en hogares cristianos piensan que por el hecho de tener
familiares o padres cristianos les da derecho a ser “nietos” de Dios.
Aunque usted no lo expresa
claramente, puedo notar que una de las causas que motivan su tristeza es el de
tener impedimentos para seguir estudiando. Usted es joven y con grandes
inquietudes, por lo tanto es bueno que establezca metas grandes. No se sienta
frustrada por los problemas que hasta hoy ha tenido.
Viva el presente y
proyéctese al futuro. Si se le ha hecho imposible estudiar, dígaselo al Señor
en oración y luego descanse en El. Infórmese en qué centro educativo le será
conveniente estudiar. Conozca a muchas personas que después de haber vencido
grandes obstáculos, han logrado algún título e incluso han dedicado sus
estudios para honra y gloria del Señor.
Al leer su carta puedo darme
cuenta de que usted es una persona inteligente y si pone su confianza en el
Señor, si se deleita en El, Dios hará grandes cosas en su vida.
La segunda causa y por
supuesto la más decisiva, es su decaimiento al cual tiene que sobreponerse.
¡En el nombre del Señor,
levante ese ánimo ahora mismo!..
Fuente: Consultorio del
alma por Juan Bueno.
muy bonita la historia y muy motivante
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